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Una historia de éxito de Sarahuaro

enero 20, 2019

A no más de 10 minutos en automóvil de algunos de los complejos y vecindarios más ricos de Cabo San Lucas, se encuentra la «colonia» de Leonardo Gastelum 5ta Etapa. Este barrio es uno de los más empobrecidos de Cabo San Lucas y, como muchas otras «colonias» , es donde la violencia y el abandono humano prosperan. En pocas palabras, no hay dinero, ni educación, ni comida.

Se trata de Leonardo y su madre Yarelyn Cristal. Ella cuida la casa mientras su padre trabaja como carpintero. Desde su nacimiento, Leonardo ha estado muy enfermo y ahora con 11 años de edad, todavía padece asma bronquial, una enfermedad respiratoria crónica que provoca convulsiones, dificultad para respirar y tos. Pero Leonardo encuentra consuelo en su familia. ¡Su historia más preciada es cómo sus padres se enamoraron!

A pesar del amor que lo rodea, es difícil para él vivir sin temor a la violencia y la amenaza de inanición. Como la tercera generación creció en la «colonia» de Gestalum, Leonardo no quiere nada más que recibir una educación y ayudar a sacar a su familia de la pobreza. El sueño de Leonardo es ser el primero de su familia en ir a la universidad.

Ahora, todos los días escolares, tiene una comida completa a través del programa Sarahuaro Kitchen, por lo que puede concentrarse más y sobresalir en sus estudios. Su tema favorito es Ciencias Naturales y espera estudiar Criminología algún día. Sarahuaro también ha educado a (Yarelyn) Cristal. Ella ha aprendido nutrición, cocina saludable y cómo preparar comidas sustentables para su familia. Con la mejora en sus hábitos alimenticios, la salud de Leonardo está mejorando.

La comunidad de Leonardo también está aprendiendo. Con la educación a través de Sarahuaro, Cristal enseña a otras mujeres en su vecindario cómo comprar y cocinar comidas nutritivas. Puede que ella no lo sepa, ¡pero está cambiando las generaciones venideras!

Con la ayuda de donaciones generosas que mantienen en funcionamiento a la Fundación Sarahuaro, las vidas se mejoran cada día, ¡el mundo se está cambiando!